jueves, 31 de mayo de 2012
Objetos parecidos (por Ricardo Blanco)
Objetos parecidos
Reflexiones acerca de por qué se parecen algunos objetos de diseño industrial.
Un lector de FOROALFA me sugirió escribir sobre el plagio y la copia
en diseño industrial. No es un tema que me preocupe mucho. A la hora de
buscar nuevas ideas de diseño, es algo deprimente usar el tiempo
disponible para ocuparse de casos previos con parecidos. Pero las copias
o coincidencias (como dijo Juli Capella) me interesan básicamente como
operación proyectual. Lo que me interesa es indagar cómo se producen
esas «asociaciones».
Es cierto que el zeitgeist —o espíritu de época— puede ser un
impulso de mecanismos similares en la resolución de objetos. Al
conocerse los recursos proyectuales de un determinado tiempo, es posible
que surjan productos muy novedosos, muy diferentes a lo existente, y
que empiecen a parecerse entre sí en respuesta a la cultura de la época.
Esto es porque la «novedad» nos aleja de lo conocido y abre nuevas
puertas. A partir de allí un creativo puede encontrar un nuevo camino y
destacarse de aquel origen o quedarse cerca, pegado, llegando a un
resultado que se parece mucho al modelo que dio origen a la novedad.
En algunos casos las similitudes se producen en una misma zona
geográfica. Aquí cabe más la sospecha, pues las miradas son demasiado
cortas: sólo se registra lo realizado en el «barrio». No obstante, la
proximidad en el tiempo y el espacio pueden favorecer la germinación de
coincidencias proyectuales. Como docente he notado cuánta influencia
puede despertar un buen trabajo de un alumno en sus compañeros, que sin
ser plenamente conscientes tienden a diseñar algo parecido; aunque por
lo general se quedan en la superficie, sin analizar ni comprender en
profundidad aquel trabajo original. Cuando hay correspondencia de lugar o
época, pareciera que las ideas tienden a acercarse, se tiende a trabjar
alrededor de ellas, sean propias o no. Prueba de ello es la semejanza
entre la silla Cesca de M. Breuer, la de Mies Van der Rohe y a las de
Mart Stam, y la cercanía entre los sillones de Alvar Aalto y los de
Bruno Mathson.
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